jueves, 26 de agosto de 2010

Don Nelson

la palabra cordura se ah qdado ya varias veces muy lejana, ambigua, caucasica
por mas grande y pulcro espejo con arcos bañados en oro
por mas
al principio fueron 2,
nos dijeron que eran cain y abel
los juzgamos
dictamos su destino
nos creimos puros, intelectuales, perfectosª
asi se fue cain, entre rumores atados a la sombra de su camisa
rumores que salieron de cada boca de aquel circulo de almas compeltamente "equilibradas"
cuando el rumor salia de una boca entraba en otra y este otro lo lanzaba con mas saliva enviciada
ahcia otro y otro hasta que casi todos unieron asi su teoria, teorema, hipotesis
los que no creiamos en la historia de la biblia tuvimos q aceptarla democraticamente
Luego trajeron a gritos a otro abel
uno supuestamente igualito al otro
porque todos aclamaban a otro abel, una copia genetica identica,...indentiquizima,
abel segundo
la verdad no era igual
abel primero es ahora cain
entonces abel segundo pasa a ser abel primero
nuevamente hay otro abel segundo
luego como ambos eran tan perfectos pero perfectos perfectizimos
los de auqel circulo de almas dramaticamente enjuiciadoras
decieron crearles tareas impensables para probarlos
asi entre pruebas de resisitir rayos del cielo
asi entre pruebas de salir desnudos por el ancho camino
asi entre pruebas de contar chistes, cuidar los niños, limpiar los edificios
zacudir las limosinas, convertirlos en ateos
convertirlso en cristanos, krhisnas , mulsulmanes y taoistas
comer carne humana y luego "barbaricamente" veganos
...paso el cometa y con su cola borr÷o de aquel contrato aquellas firmas
fue una noche hermosa entre estrellas fugaces que gemian intensamente
los yoyos en la acera
los mangos papaya y el aguacate
la flor de izote
el olor a curtido de pupusas y caf×e
la noche dur÷o para siempre
las almas pudieron dormir en paz
y cain y abel
y abel y cain en sus trasnmutaciones
sonrienron plenaaamente y nos dieron un fuerte abrazo
pasaron a la sala
se sentaron en el comedor
y contamos tantas historias
pero tantas tantas tantas
que el rio de agua dulce que pasa al final del pasaje
cant×o sobre aquello que jamas ahbia escuhado

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